el amor de tu vida te llegará en el momento adecuado
(cita encontrada, comúnmente, por ahí)
Ehr, qué sencillo suena. A pesar de todos nuestros más caros impulsos hacia un realismo de bordes ásperos, somos siempre presa fácil de cuentos de hadas.* La autosugestión es un arma potente, cuándo no, pero la realidad suele ser poco susceptible a ella:
Nadie "llegará".
Aunque sigamos con nuestros aires más bien jactanciosos de creer que el Universo nos tiene un amor de la vida en lista de espera, atrasado por algún inconveniente logístico desde su lejano despacho nebuloso, nadie llegará. O quizás sí, después de todo, nada me extrañaría. Sólo recomendaría a los cautos y crédulos tomar asiento: es temporada alta de amores de la vida, y su entrega puede demorar más de lo usual.
Cuánto más sabias -esta vez- resultan las palabras del Neruda de Estravagario:
En mi país los enterradores/me contestaron, entre copas:/—«Búscate una moza robusta,/y déjate de tonterías».
Nunca vi gentes tan alegres.
Cantaban levantando el vino/por la salud y por la muerte./Eran grandes fornicadores.
*Aparte que, bien visto, es un pésimo cuento, repleto de hadas mórbidamente obesas y obligaciones fiscales igualmente mórbidas.
[Por supuesto, creo en el amor (lo que sea que ello fuere).
Pero no en un amor del destino, sino en un amor a pesar del destino.]
(cita encontrada, comúnmente, por ahí)
Ehr, qué sencillo suena. A pesar de todos nuestros más caros impulsos hacia un realismo de bordes ásperos, somos siempre presa fácil de cuentos de hadas.* La autosugestión es un arma potente, cuándo no, pero la realidad suele ser poco susceptible a ella:
Nadie "llegará".
Aunque sigamos con nuestros aires más bien jactanciosos de creer que el Universo nos tiene un amor de la vida en lista de espera, atrasado por algún inconveniente logístico desde su lejano despacho nebuloso, nadie llegará. O quizás sí, después de todo, nada me extrañaría. Sólo recomendaría a los cautos y crédulos tomar asiento: es temporada alta de amores de la vida, y su entrega puede demorar más de lo usual.
Cuánto más sabias -esta vez- resultan las palabras del Neruda de Estravagario:
En mi país los enterradores/me contestaron, entre copas:/—«Búscate una moza robusta,/y déjate de tonterías».
Nunca vi gentes tan alegres.
Cantaban levantando el vino/por la salud y por la muerte./Eran grandes fornicadores.
*Aparte que, bien visto, es un pésimo cuento, repleto de hadas mórbidamente obesas y obligaciones fiscales igualmente mórbidas.
[Por supuesto, creo en el amor (lo que sea que ello fuere).
Pero no en un amor del destino, sino en un amor a pesar del destino.]
jaja!..je t'ai trouvé!... mais pas comme tu dites dans ton blog!..."l'amour de ma vie" sinon j'ai pensée que tu n'écrivais plus ici. alors, je me rappelle de Roque (tu sais, cheri,je lui adore):
En alguna parte alguien cometió un error estupendo:
El poeta no tiene más remedio
Que rendirse a la felicidad,
Llamarte (por no dejar) “mi bestia espléndida”
E incorporarte a su dolorosa cultura,
Como los pajarracos de la noche abren su nido
Al ave del paraíso.
;)
Anónimo
5 de abril de 2009, 17:30C'est vrai! C'est justement ca!
Ay, muchacha,
De seguro que tú eras para otro,
En alguna parte alguien cometió un error estupendo...
C'est la seule genre d'amour dans q'on peut croire
El mal ejemplo
5 de abril de 2009, 19:34"Aparte que, bien visto, es un pésimo cuento, repleto de hadas mórbidamente obesas y obligaciones fiscales igualmente mórbidas."
No señor, eso si no.
No me le diga así.
...
Por mi que no venga nadie, y que putas va a esperar de mi?
..............
Etiqueta del comentario: "El seudopoeta anda emputado." Jaja.
Raúl Marín
5 de abril de 2009, 22:02Ehm... bueno, nada cae del cielo. Aunque existe el riesgo de que aún buscando no venga... en fin, ¿Será que unos nacen con estrella y otros estrellados?
Anti.Pro.Raúl, la lengua castiga jajajaja xD
Dulce Limón
10 de abril de 2009, 0:09