No se lo digas a nadie

El otro concepto también requiere de alguna dilucidación. La gente piensa que los intelectuales son gente muy inteligente y los intelectuales poco hacen para aclarar esa equivocación. Y esto, por supuesto, es una equivocación porque si alguien dice que es un intelectual no está diciendo que es inteligente, sino que gana su dinero básicamente con el trabajo con símbolos en lugar de trabajo manual. Esencialmente con símbolos, como letras, como dígitos... Porque no hay ningún trabajo que no requiera un insumo intelectual. De la misma manera que el electricista que trabaja con las manos necesita un acervo de conocimientos teóricos al igual que el ingeniero de software. Por eso a los intelectuales no hay que confundirles con los inteligentes y tenerles un respeto a priori sino que, a mi juicio, hay que saludar el principio de la revolución francesa de que toda autoridad institucional, moral o intelectual, en este caso, tiene que ganarse sus loores demostrando que lo es. Entre los intelectuales, hay mediocres, inteligentes, trabajadores, flojos, como en cualquier profesión... Como albañiles o electricistas que no trabajan bien.

Heinz Dieterich, La Izquierda y Sus intelectuales

2 comentarios :: No se lo digas a nadie

  1. que buen articulo!

  2. Señor, me ha gustado la etiqueta. Jajajajaja.